Miembros del grupo:
-Ruben Borona
-Guillem González
-Paola Henarejos
-Lucía Aleixandre
-David Felipe
-Amanda Vergara
Resumen:
En el presente trabajo hemos querido plasmar, de manera sencilla y vistosa, las dos vertientes de lo que entendemos como “cuerpo disciplinado”, o lo que es lo mismo, hemos puesto de manifiesto “las dos caras de una misma moneda”.
El cuerpo disciplinado se caracteriza por la autoexigencia y la determinación en diferentes ámbitos de la vida diaria. Así, podríamos incluir dentro de “cuerpo disciplinado” el ejemplo del deportista de élite que sigue al pie de la letra un plan de entrenamiento para alcanzar una serie de objetivos, lo cual en un principio no parece que sea perjudicial para la salud. Pero sin embargo, esta concepción también engloba el sacrificio que puede hacer una persona, por ejemplo, dejando de comer para perder peso, y esto sin duda sí supone un riesgo para la salud. Es aquí donde surge la idea de querer mostrar la delgada línea que separa el sacrifico de la obsesión.
Para dar a entender esta idea, ejemplificamos la “cara positiva” del “cuerpo disciplinado” con deportistas de alto nivel de gran reputación, entendiendo que la disciplina a la que están sometidos no es perjudicial para ellos, ya que gozan de buena salud y consiguen muchos de los objetivos que se proponen. Por otra parte, ilustramos la “cara negativa” poniendo como ejemplo dos transtornos obsesivos que conllevan daño para la salud como son la anorexia y la vigorexia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario